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BAILE EN BRAILE

Verónica Pereira

(Ciudad del Este)

En la suela están demasiadas estrofas, en un color que se enrojece con solo decir gris, y se entumece con solo escupir Green.

 

Están las letras de las voces que se quedan sin globos, blancos oculares o de diálogo visual, no se dice nada cuando “se dice que…”.

 

La mirada es cabizbaja cuando se derriten los pies, sobre el conjunto pedregoso de lentes aplastados, contra el sistema rugoso de hojas A4. El plástico es cruel y romántico, cuando se pega, se pega a los cuerpos tostados, y hay tanta vida en las aguas tibias, que con el solo olfato pierde sangre la risa.

 

De vuelta al olvido, de pesares consanguíneos.

De vuelta al asiduo jopara de muertos vivos.

 

Sigo arrastrando los miembros por debajo, mientras tan encima lloran amargas las cenizas, el veraneo me hipnotiza, cuando las palabras del cutre vaivén ajeno con dedos se arrancan las costillas a cosquillas.

Fiel a la forma analizo las innúmeras posibilidades para salir ventajosa en esta trama. En cambio, todo se mueve de mí. Hacia lo inevitable y profundamente deseado. En estos momentos creo que ya no existe regreso, pues todo desemboca en la misma fuente y confabula contra mí. Ya no tengo fuerzas, se hace irresistible todo. No me quedan las caretas, las he perdido todas. Empiezo a jugar a cara descubierta. No soy más que yo, sin sombras, sin escudos, sin evasiones. Si hubiera la más mínima rajadura, sería víctima de ella. Ha rato he dejado de obrar con inteligencia. Ahora me mueven mis ganas. Mis palpitaciones. Mi imaginación traspasa lo imposible, y lo descubre envuelto en mi piel, cubierto en mis sábanas, resucitando viejas hazañas.


Esperar a que sean las diez, o bien, que nuestros días se repitan, conduce mi ritmo. La espera resulta exasperante para quien acostumbra beber todo sin pensar en nada. Si tan solo realizara una cuarta parte de todos los juegos, deseos, podría sobrevivir a mi manera. Pero como ya son tantas las noches en vela, las casualidades causadas, es por ello que no me conformo con poco. Quiero más. Lo quiero todo.

CADA NOCHE

Marina Cantero

(Ciudad del Este)

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